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Siestas en contacto

Publicado por Goretti Paola Trevino en

Dormir es un comportamiento que no se puede forzar en el bebé. Pero somos los padres los que podemos crear las condiciones ideales para que nuestro bebé duerma.

El hecho de que un bebé despierte cuando lo ponemos en su cuna o que sólo quiera dormir en nuestros brazos, no es consecuencia de una crianza defectuosa.

Cada bebé es diferente y su comportamiento a la hora de dormir tiene que ver con su naturaleza y temperamento, más que con algún comportamiento específico de los padres.

Cuando tratamos a nuestro bebé como una persona con necesidades, entendemos que nos necesita tanto en el día como en la noche y la flexibilidad por parte de los padres para acomodar al nuevo miembro de la familia, hará que la experiencia de que el bebé duerma en brazos sea disfrutada y libre de culpas.

No hay un lugar correcto en el que el bebé deba dormir sus siestas, la estrategia que los papás empleen debe de ser la que se acople a las necesidades específicas de la familia.

En definitiva, cuando un bebé duerme en contacto cercano con su cuidador, comparte con él una conexión especial, su respiración se hace una, la temperatura del cuidador sube o baja para acomodar la del bebé; el bebé se siente seguro y cuidado.

El bebé que duerme sus siestas en contacto con su cuidador, aprende que el dormir es un estado placentero y se muestra contento de entrar en el mismo. Asímismo permanece más tiempo durmiendo.  Al despertase y constatar que sigue estando en contacto con su cuidador, reafirma su seguridad, alejando los estados de miedo y estrés.  Este contacto promueve un lazo de confianza entre el bebé y el cuidador. 

Las siestas en contacto pueden llevarse a cabo con la ayuda de un portabebés, de esa manera el adulto porteador puede realizar algunas otras actividades a la vez que el bebé duerme.

El bebé sobreestimulado puede tardar para entrar en el estado de calma que desemboca en una siesta.  El portearlo para iniciar sus siestas puede ayudarlo a transitar entre el estímulo y la calma. Dejar al bebé en el portabebés durante toda su siesta o esperar a que esté en el estado de sueño profundo para recostarlo gentilmente, son decisiones de la familia.  

Las siestas en contacto son benéficas  para los miembros de la familia y su dinámica actual y futura. ¡Sigue tu instinto y deja que tu bebé descanse contigo!

-Mamífera.

 


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